Supongo que más de una vez te hubiera gustado confiar más en ti.
Porque supongo que dejaste de hacer y conseguir muchas cosas.
Te voy a poner una lista de casos en los que esa falta de confianza es manifiesta.
- La chavalita: chicas jóvenes que a pesar de ser guapísimas no se ven suficientes para chicos que se la cascan más que un mono loco.
- Comparadores: profesionales que se comparan una y otra vez con otros profesionales, copiando sus estrategias y apuñalando su autoestima una y otra vez.
- La repetidora: personas que a pesar de repetir mantras y realizar visualizaciones una y otra vez, se encuentran con tan poca confianza y seguridad que siguen repitiendo hasta el infinito y más allá esos mismos mantras y visualizaciones.
- La alumna: personas que hacen cursos, talleres buscando fuera lo que ya tienen dientro.
- Los insuficientes: Profesionales brillantes que nunca se lanzan y piensan que necesitan formarse más.
- Los sin límites: personas que no ponen límites por miedo al rechazo.
- Los baratitos: profesionales que no cobran lo que valen por miedo a que no vuelvan a su negocio.
- El dudoso: esa persona que duda de sus decisiones y pide consejo a todo el mundo.
- La Cenicienta: esa persona que no confía en que puede ser amada tal como es.
- El blandengue: el que no confía en su cuerpo o salud.
¿sabes que les pasa a todas esas personas?
Pierden oportunidades.
Dinero.
Amores.
Bonitos momentos.
Y se tragan sus propios sapos. Una y otra vez.
No es porque no lo intenten. Que lo intentan.
El problema es que creen que la confianza está fuera. Que la encontrarán con el gurú de turno.
Con la terapia de moda.
Que todo son creencias limitantes.
Para estas personas tengo una buena noticia. Solo hay que hacer 1 cosa mariposa.
Solo 1.
Podían ser 2, pero es 1.
Más sencillo.
Y es conocerse.
Suena complicado, pero no lo es. Es fácil.
Solo hay que saber como.
¿Cómo?
- El día 20 de noviembre a las 17.00 horas te lo cuento.
- Para eso tienes que pedir una hipoteca de 30 €. Por dos horas y por tener un cuaderno de trabajo.
- Para que entiendas y trabajes tu confianza de manera sencilla.
Muy sencilla. Tan sencilla, que es milenería y sigue vigente.
¿No te lo crees?
Mira aquí.
Un abrazo
Luis Pascasio