En los restaurantes cuando estoy solo hago dos cosas; como y observo.

Comer me gusta desde pequeñito, de hecho, yo creo que nací con hambre.

Lo de observar me vino más tarde.

Bien, pues la última vez que comí solo y mientras me traían la comida, observé a una pareja.

Un hombre y una mujer.

Estaban justo al lado de un señor que comía solo como hacía yo. Pero él era más feo.

Al otro lado, un matrimonio con dos niños. El más pequeño, por como se puso la ropa de tomate de los macarrones, creo que descubrió un nuevo ritual a la hora de comer. Se le veía feliz.

La pareja de la que te quiero hablar se miraban fijamente. No paraban de sonreír.

De gesticular más de lo normal.

Se inclinaban hacía adelante cuando hablaban. Algo buscaban.

También buscaban el contacto físico con las manos de vez en cuando.

Ella se tocaba el pelo continuamente y se lo acomodaba, algo que yo no hago desde hace años. Quien sabe si volveré a hacerlo, si un día viajo a Turquía.

Él, quería aparentar dominar la situación, con gestos enérgicos y educados hacía los camareros.

Me apuesto los macarrones del niño que eran amantes.

La energía que desprendían para mi lo confirmaba.

Era una energía que vibraba alto. De jovencitos.

Esa energía que nutre cuando haces algo que deseas.

Te hablo de esto, porque en la vida hay cosas que nos drenan y otras que nos nutren.

Y observo, que hay demasiadas personas que tienen un nivel de energía tremendamente bajo porque hay muchas cosas que les drenan.

Se levantan cansados.

Sin motivación, ni ganas.

Deseando que lleguen las vacaciones o deseando que lleguen muchos viernes.

Gente que resopla continuamente.

Que vive en la queja continua.

Sin ilusiones. Sin energía para mantener el foco y el rumbo.

Y todo, porque muchas de las cosas que hacen, les roba energía. Y poquitas de las cosas que hacen, les llenan el depósito.

Mira, podemos hacer una cosa.

Igual te interesa si te interesa mejorar tu vida.

Aunque si quieres seguir igual, no te puedo ayudar.

Pero para mejorar si.

Debajo tienes un enlace. Puedes coger una sesión conmigo y hablamos.

A ver que pasa. Nunca se sabe lo que te puedes llevar.

UN CAFÉ CON LUIS

Un abrazo

Luis

Cómo reconocer a dos amantes