Hoy no quiero hablarte de ti.

Quiero hablarte de alguien que está cerca de ti.
Alguien al que quieres… aunque a veces ni lo digas.

Porque si tú estás leyendo estos emails, no es casualidad.
Tú ya estás en búsqueda, ya te haces preguntas, ya has despertado cierto “clic” interno.

Pero alrededor tuyo hay alguien que todavía no puede hacerlo.

Y lo sabes.

Quizá es una amiga que siempre dice “estoy bien”… pero se le nota cansada en la mirada.


O un hermano que vive corriendo, sin parar jamás, como si evitar sentarse a escuchar su vida fuera una estrategia.


Quizá es tu pareja, que se siente perdida pero no sabe explicarlo.
O tu madre, que lleva 20 años sosteniendo a todos menos a ella.

Personas que siguen luchando, esforzándose… pero desde una energía que no es la suya.

Y eso duele.
Duele más de lo que dicen.
Duele más de lo que muestran.

Lo peor es que muchos no saben que su agotamiento, sus bloqueos, sus discusiones, su confusión, su miedo, su soledad silenciosa…
no vienen de un fallo personal.

Vienen de no entender cómo funcionan energéticamente.

Tú eso ya lo sabes.
Lo has sentido.
Has visto lo que pasa cuando te escuchas de verdad.

Y quizá, sin darte cuenta, tienes a alguien enfrente que necesita exactamente lo mismo… pero no sabría ni por dónde empezar.

Por eso quiero decirte algo simple:

A veces, el mejor regalo no es un objeto.
Es una puerta.

El Codex de la Energía es esa puerta para muchas personas.


Un antes y un después.
Un “ahora lo entiendo”.
Un “ya sé por dónde empezar”.

Si hay alguien en tu entorno que está sufriendo en silencio…


Regálale claridad.
Regálale dirección.
Regálale su mapa.

EL CODEX DE LA ENERGÍA

Puede que dentro de unos días esa persona te diga algo que no olvidarás nunca:

“Gracias por ayudarme a encontrarme.”

Un abrazo,
Luis Pascasio

PD: Queda 1 plaza para el Codex hasta el día 20

Hay alguien cerca de ti que necesita esto (y quizá no lo estás viendo)