Continuo con ejemplos de personas con las que trabajo.
Actualmente su negocio va bastante bien.
Está adaptado a como es ella.
Inteligente, ambiciosa, con una mente muy abierta y a la vez muy flexible para adaptarse.
Tienes ideas muy buenas, diría que brillantes y eso me permite aprender a mi también.
Como he dicho, le va bien.
Sin embargo no siempre fue así, porque durante un tiempo su empresa no fluía.
Y si todo el mundo debe fluir, una persona Agua Yang tiene que hacerlo más todavía.
Porque si no lo hace, todo ese carácter, presencia e ideas brillantes no se materializan en negocio.
Hubo un tiempo que su día a día era "acumulación".
Muchas cosas, pero no concretaba.
Es decir, se llenaba de tareas que no terminaba, sesiones con clientes que si debían ser de 60 minutos, se iba a los 90 minutos con suerte.
Se agobiaba cuando veía a compañeras del sector hacer mil cosas y ella no terminar ninguna.
Todo eso le llevo a un agotamiento mental y físico brutal. El insomnio era su día a día.
Su gran problema y en lo que trabajamos no era su fuerza, sus ideas y su carácter, era la falta de dirección.
Las personas Agua Yang, son como un río caudaloso: si no lo encauzas, arrasa con todo. Necesita una dirección para canalizar toda su fuerza.
Por eso, para ella, era necesario que su mente dejara de compararse con otras y no valorar si hacen 20 cosas a la vez o no.
Por eso, para ella, era necesario tener una dirección clara y una estrategia bien definida, para que no se disperse como el agua.
También, se dio permiso para pensar en grande, pero actuar con orden.
Y sobre todo, aprendió a dejar de pelearse con su intensidad. Esa fuerza, ahora la utiliza a su favor.
Hoy su negocio avanza como el agua: constante, firme y con profundidad.
Porque el Agua Yang no está hecha para gotear… está hecha para mover montañas.
¿Estás usando tu fuerza… o dejándola desbordar?
Un abrazo,
Luis
P.D. Si sientes que piensas mucho y avanzas poco, tal vez no te falta estrategia. Tal vez te falta alinearte contigo.