Hoy es 25 de diciembre.
Y el ruido baja.
Ya no hay prisas.
Quedan restos de comida para tres pandemias. Alguna risa colgada en el aire…
y una sensación difícil de explicar.
La familia no es perfecta. Ni tampoco lo necesita.
Nunca lo ha sido.
Pero es origen.
Es el primer lugar donde aprendimos a amar, a defendernos, a callar, a esforzarnos, a sobrevivir… y también a repetir cosas que no entendíamos.
Cada gesto que viste anoche no apareció por casualidad.
Ni el que cuida de todos.
Ni el que manda.
Ni el que se esconde.
Ni el que anima.
Ni el que observa en silencio.
Todo eso responde a un orden.
No moral.
No mental.
Es un orden energético.
Venimos de un linaje.
De una manera de sentir, de reaccionar, de protegernos.
De energías que se transmiten, se heredan, se compensan… o se desequilibran.
Honrar a la familia no es justificarlo todo.
Es comprender de dónde vienes para no seguir luchando contra ti.
Cuando entiendes tu energía, dejas de pelearte con tu historia.
La integras.
La colocas.
Y a partir de ahí, eliges.
El Codex de la Energía no va de cambiar quién eres.
Va de honrar lo que te fue dado… y usarlo bien.
Porque todo lo que hoy eres —tu carácter, tu fuerza, tu sensibilidad, incluso tus bloqueos— no es un error.
Es energía esperando orden.
Y cuando ese orden aparece, pasa algo muy sencillo y muy profundo:
dejas de traicionarte.
Hoy, 25 de diciembre, no te deseo más cosas.
Te deseo comprensión.
Raíz.
Y permiso para ser tú, sin culpa.
Si este mensaje te ha tocado, quizá el Codex no sea solo un regalo que puedas hacer.
Puede que sea para ti y una forma de reconciliarte con tu historia… y empezar a escribir la tuya desde otro lugar.
En cualquier caso aquí tienes:
Un abrazo grande,
Luis
PD: Hasta el 31 mantengo el precio en 70 € el Codex y en 100 € el Codex Premium.
Después subirá a 90 € y a 120 €.
El mejor momento es ahora.