Hoy quiero contarte la historia de alguien que podría ser cualquiera de nosotros.


Tiene una energía muy concreta: Tierra Yin.

y ahora lo vas a entender porque seguro que conoces más de una persona así.

Porque son personas que sostienen, cuidan, aguantan, acompañan, escuchan, contienen…aunque por dentro estén hechas polvo.

La historia de esta mujer es así:

En pareja siempre hizo de “pegamento emocional”.
En relaciones, la mediadora, la que calma, la que entiende, la que se adapta.

La que da dos pasos atrás para que el otro avance.

En el trabajo, más de lo mismo. Cargaba con más trabajo del que le correspondía.


Y claro… durante un tiempo eso parece amor. Hasta que deja de parecerlo.
Porque un día, esa entrega silenciosa empieza a pesar.

Ella aguantaba palabras que dolían.
Aguantaba silencios que helaban.
Aguantaba gestos que se repetían.
Aguantaba porque pensaba:


“Es mi responsabilidad mantener esto unido.”

Hasta que un día… se agotó.

Uno de esos agotamientos que no se notan por fuera,
pero por dentro te dejan hueca.

Cuando le hice su Codex de la Energía, lloró.
No porque descubriera algo nuevo…sino porque por fin entendió lo que llevaba años sintiendo:

La Tierra Yin da tanto… que se queda sin suelo.
Sostiene tanto… que se olvida de sí misma.
Se adapta tanto… que un día ya no sabe quién es.

Y lo más fuerte fue esto:

Me dijo:
“Luis, tienes razón, yo no estaba rota. Estaba agotada de no ser yo.”

Ese día entendió por qué repetía patrones,
por qué dudaba tanto,
por qué atraía relaciones donde siempre era la cuidadora.

Y lo más importante:
entendió qué necesitaba SOLTAR y qué energía tenía que activar para volver a sí misma.

A partir de ahí, su vida cambió.
No porque cambiara de pareja, ni de amigos…
sino porque cambió de energía.

Y cuando cambias tu energía, cambian tus relaciones.

Mira, hay muchos patrones de comportamientos, tantos como personas. Esto que has visto es solo un resumen muy básico sobre esta persona.

Y te diré, que a veces, la vida no se arregla. Se entiende.

Y desde ahí… renace.

CODEX DE LA ENERGÍA

Un abrazo,
Luis Pascasio

PD: Última plaza.

La mujer que sostuvo tanto… que se rompió