#Carta 0 - Aquella noche me desperté ansioso porque pensé que no podría darle de comer a mi hija
El legado
Aquella noche desperté ansioso porque pensé que no podría darle de comer a mi hija
Los sueños
Eran las dos de mañana y había tenido un mal sueño.
Esta vez, soñé que estaba en la ruina total.
En noches anteriores, había soñado que mi hija estaba en peligro, y después se perdía y nunca aparecía. Pasaba horas en la noche, pensando sobre el presente y sobre su futuro.
Sobre si podría darle lo que ella necesitaba, sobre cómo sería todo, si económicamente todo seguía mal.
Estaba atravesando una mala racha económica y esos miedos me llevaron a tener esos sueños.
Soy Luis Pascasio y no sé, si tú has sentido ese peso y te has realizado preguntas en la quietud de la noche. Sobre si somos capaces de darle lo que necesitan y de si somos capaces de equipar a nuestros hijos para enfrentar su vida con seguridad económica, con una buena salud física y mental, y que sean felices y se realicen personalmente.
La revelación
Aquella noche, al final pude dormir media hora y tuve un sueño revelador en el que se me impregnaron varias ideas:
Somos referentes para nuestros hijos y así nos comportemos, así serán ellos en el futuro. Por lo que, que tenemos la obligación de ser un ejemplo, porque somos sus referentes.
Lo segundo que entendí, es que en el colegio no le van a enseñar lo más importante para desenvolverse en la vida. Le enseñaran muchas cosas, pero no lo que realmente va a necesitar.
Lo mejor que puedo hacer por los demás, es mejorar cómo persona. Si yo mejoro, haré la vida más fácil a los que me rodean. Antes de ayudar, hay que ayudarse a uno mismo.
Mi motivación
Hace unos meses, una alumna, con la que realizo una mentoría me escribió lo siguiente:
“ha sido un vuelco total, en lo económico, pero también en lo personal, porque desde que me separé no daba pie con bola y me hacía falta ese trabajo interior. Había hasta sentido vergüenza ante mis hijos, por cómo me veían sin ganas y a veces derrotada. Gracias por darme algo que no estaba en la mentoría y era justo lo que necesitaba, Martina tiene suerte y debe estar orgullosa de tener un padre como tú...”
Este email, que me escribió una alumna, reconectó con aquella noche de hace unos años, en la que me levanté ansioso y de la que he hablado. Y es por eso que saco “Cartas para Martina”.
Porque quiero dejarle un legado de cosas que va a necesitar durante su vida y porque quiero que más personas se puedan beneficiar de esto.
El conflicto
El momento de sacar este proyecto era ahora, ya que mis negocios ya van en automático.
Pero tenía un conflicto, y era la manera de cómo hacerlo.
Mi angelito interno, me decía, que podía hacerlo cómo hace la mayoría, algo formal y en plan autoayuda. Que mi reputación siempre estaría en juego y mejor no arriesgar.
Pero mí demonio interno me decía:
“gilipollas, tienes 50 años, desnúdate y enseña hasta el alma.
Enseña tus batallas, tus heridas, tus éxitos, tus caídas.
Tus miserias y cómo lo has superado. Enseña eso con lo que has ayudado a mucha gente y con lo que vas a ayudar a tu hija y a más personas.
Porque la vida no te pone un camino con florecillas, la vida primero te golpea, y después si eres listo, aprendes.
Habla, como te ha hablado la vida, así te entenderán mejor”
La solución
Y, desde mi lado más sinvergüenza surge Cartas para Martina, que son mis historias y vivencias de vida, con las que dejo lecciones para superar los obstáculos, y lecciones que en el colegio y la universidad no nos enseñan.
Así, que cada domingo, a las 8:16 horas mando una Carta, con una historia y una práctica que no enseñan en las escuelas, pero será crucial para navegar por los desafíos de la vida.
Hablaré de cómo lograr tener una vida más sencilla, más plena y llena de satisfacción.
Estas cartas son mi legado para mi hija, y ahora, quiero compartirlas contigo y tu familia, porque seguro que te van a ayudar.
Pero, ¿Qué hace que Cartas para Martina sea diferente?
No son consejos genéricos de un libro de autoayuda.
Son lecciones forjadas en el fuego de mi vida real, diseñadas para ayudar a mi hija para cuando tenga más edad y que construya su propia historia, en base a su naturaleza y propósito de vida.
Así qué:
Hablaré de cómo tener una mentalidad fuerte y afrontar los retos que nos pone la vida.
De cómo hay que comunicarse para tener éxito y que tu opinión sea tenida en cuenta. Cómo hablar y dirigirte para vender, ligar o sencillamente persuadir en una conversación.
De cómo tener bienestar físico y emocional basándome en mis estudios de taoísmo y budismo, para dormir a pierna suelta y que cuando uno se levanta, estar lleno de energía y una menta clara para afrontar un nuevo día.
Enseñaré sobre abundancia económica, sobre economía, sobre negocios, ventas, ahorros, porque es lo que permitir en esta sociedad, tener las mayores dosis de libertad.
Daré claves para tener una alta autoestima, confianza y que te ayude a conseguir tus objetivos en esta vida.
Emociones y relaciones, sobre buscar pareja, dejar a tu pareja, alejar a gilipollas y detectar a idiotas (que a veces parece que son mayoría).
Verás como controlar y reírte de tus miedos, a superarlos y que no bloqueen el potencial que tienes y que es un deber que lo muestres.
En definitiva, sobre todo lo que nos, nos suelen enseñar y que es necesario para que la vida sea más sencilla, plena, llena de sentido y llena de abundancia.
En cuanto a ti, no solo quiero que logres transformar y controlar tu vida para que esta sea más sencilla y llenarla de abundancia, sino también, que te conviertas en una persona que hagas la vida más fácil a quienes te rodean y tu legado sea una fuente de inspiración, fuerza y guía para tus hijos y tu entorno.
Aquí resuelvo algunas dudas:
¿Hay permanencia?
No, estás el tiempo que quieras. Eso sí, el crecimiento personal es infinito. Se crece poco a poco y esto se cuida siempre.
No sirve con ir un día al gimnasio, tienes que cuidarte siempre, pues esto es igual.
¿Y si descubro que eres idiota?
Es una opción y como consejo te diré que no te gastes el dinero nunca con idiotas. De hecho, hay gente que piensa que soy gilipollas.
Te diré algo, por si estás dentro de una secta y te ofendes fácilmente. Mi lenguaje no será nada formal, será el de la calle, porque mi hija no vivirá en el mundo de la piruleta, se enfrentará a la vida real y tú igual.
¿Cómo son las Cartas?
Se mandan los domingos a las 8:16 horas. Son en texto, igual hay algún audio. Y lo recibes en tu email.
También la puedes ver en la web.
Una parte es pública, para todo el mundo y una parte la verán solo los miembros de pago, que para eso pagan y para eso están dispuestos a transformar y controlar sus vida.
¿A que Cartas tengo derecho?
A todas la publicadas, entras en la web y puedes leerlas. Y a las nuevas que se van publicando.
Una vez que dejas de ser un miembro de pago, dejas de tener acceso al contenido exclusivo. Es un servicio de suscripción.
¿Me puede interesar Cartas para Martina?
Sólo si te interesa:
Tener una vida más sencilla, plena y llena de satisfacción y abundancia.
Ser un referente para tus hijos y que se sientan orgullosos de de ti, porque le has dado lecciones importantes para su vida.
¿Y si no tengo hijos?
Te servirá igualmente.
Porque tendrás las lecciones que he aprendido de la vida, del taoísmo y del budismo, así cómo de los negocios, pera mejorar en lo personal y lo profesional y que me ha permitido vivir mejor y sonreír más.
Únete a mí en esta aventura en la que me desnudo y hagamos de Cartas para Martina un faro de luz para aquellos que buscan una guía de bienestar, inspiración y sabiduría.
9€/mes
Un abrazo,
Luis
PD: Advierto, que me rio de la vida, porque es lo más serio que pueda hacer por ella. Por eso, con las historias igual te ríes, me insultas, te enfadas o me amas, pero seguro, que aprendes con ellas.