El día que arrojas la toalla

Cuando no puedes controlarlo todo

¿Has dicho alguna vez hasta aquí?

Supongo que si.

Habrás llegado a alguna situación en la que no podías más, que todo se te escapaba de tu control, en lo que todo era un enorme muro que te era imposible superar.

Supongo que si.

Y supongo, porque yo soy mucho de suponer, que abandonaste y dejaste que todo siguiera su curso. Cómo se dice coloquialmente “que salga el sol por Antequera”

(buenos molletes en Antequera por cierto)

Pues de eso irá la Carta que mando el próximo domingo.

De un fracaso, de un éxito.

De implicarte, de abandonar.

De reír, de llorar.

De acudir, de huir.

De conseguir, de quebrar.

De poder, que arrodillarme.

El domingo cuento una historia que me marco toda mi vida, con un final triste. Un final que esperaba, que no deseaba en sus inicios, pero que tras abandonar la batalla, entendí que igual era el único camino.

Y la historia lleva la lección que aprendí para el resto de mi existencia.

Quien soy hoy, tiene mucho que ver con aquello que ocurrió.

Nunca lo había contado, ni a lo más íntimos.

Hoy, estoy preparado.

Será el domingo.

Una historia y una tremenda lección.

Buen lunes

Luis