Controlas o te controlan.
Sometes o te someten.
No estoy hablando de prácticas de sodomía, hablo de pensamientos.
Tú puedes convivir con ellos o puedes dejar que te sometan y decidan como es tu día a día, como es tu vida, como te sientes.
Te voy a decir algo aunque no me lo hayas pedido.
Con los pensamientos hay que convivir, no van a desaparecer, en mayor o menor medida estarán ahí.
Pero, eso no quiere decir que te tengan que someter.
Imagina una carretera por la que pasan coches continuamente, pues los coches son tus pensamientos.
Si permites que cada coche te afecte, pues mal va la cosa, porque no van a dejar de pasar. Si puedes estar en ese estado en el que ves pasar los coches sin que te afecten, pues estarás mejor.
¿Qué es meditar?
Pues observar los coches.
Observar tus pensamientos.
Observar como pasan y que no te afecten.
En lugar de creerte que los pensamientos eres tú, sólo tienes que observar cómo pasan. Nada más.
Ya sabes, controlas o te controlan.
Hasta aquí el consejo de hoy.
¿Qué más?
Mira aquí, cuento mi historia:
Para los que quieran entrar en Cartas para Martina:
Con Dios
Luis