Con 50 años se está en una posición que si observas bien, puedes anticipar muchas cosas.
Es algo bueno de esta edad.
La naturaleza es sabia a la vez que cabrona.
Por eso, a cambio de darte más y mejor capacidad de análisis, te castiga por ejemplo con resacas que duran tres días.
El dolor de cabeza igual no dura tanto tiempo, pero hasta los tres días no te recuperas.
Te digo esto, porque si con 20 años intentaba ligar con alguna chica, ahora con 50 observo cómo lo hacen otros.
El caso, que en la piscina había un chico y una chica.
Se gustaban, eso se notaba.
Por las risas, como se colocaban frente a frente. Ella se tocaba el pelo y se lo acomodaba. Él parecía palomo buchón en celo mostrando pecho. Le faltaba cagarse en un monumento como hacen las buenas palomas.
Vamos que él y ella, hacían lo típico del apareamiento entre un mono y una mona.
El caso, que ellos hablaban y hablaban de ellos.
Ella de ella.
Él de él.
Ella de ella.
Él de él.
Cuando el otro hablaba, en el rostro del otro, se veía que ya quería soltar su propio relato.
No escuchaban, sólo querían hablar de ellos.
Decir sobre lo suyo, hablar de lo mío.
Si eres una persona normal, como lo pueda ser yo o como pueda serlo tu vecina que escucha a Maluma, te diré, que esa relación termina en fracaso.
Podrán tener un poquito de sexo, pero ni siquiera buen sexo, porque sin escuchar, sin observar a la otra parte, el sexo se convierte en gimnasia.
Desde el egoísmo, es imposible construir una buena relación, se tenga 20 años, se tengan 70.
Imposible.
Y a día de hoy, el “YO” y el “porque yo lo valgo y me lo merezco” dirigen la vida de gran cantidad de personas.
Hay personas sordas, que escuchan más que la inmensa mayoría.
Dicho esto, construir cualquier cosa de tu vida parte de respetar tu esencia y naturaleza y lo vas a entender con este servicio que ofrezco.
Que tengas un gran día
Luis