Igual tú eres muy joven, pero yo no lo soy tanto y por eso te quiero contar algo.
Tranquilidad que no tiene nada que ver con historias de la Mili.
Para los jóvenes, la Mili no es una que estudio conmigo en el Colegio, que es guapa, joven y pizpireta.
La Mili, era el servicio militar obligatorio que se hacía por aquella época.
Pero no te quiero hablar de eso. Te hablaré de una persona.
De un chico, ahora de mi edad.
Que aunque nos presentaron hace unas semana, lo conocía de vista de mis años mozos.
Me costo reconocerlo.
Ahora mismo es un padre de familia más pijo que Tamara Falcó.
Con acento medio mexicano, cuando se crió en Sevilla.
¿Por qué digo que hay personas que se perdieron en su camino vital?
Mira, esta persona en su día la conocí como Punky. Tenía su cresta.
También lo conocí como Heavy, que se supone que por aquel entonces era una tribu rival de los punk. Esto ocurre hasta en las mejores familias.
Paso por su época de hippy, se fumaba los mismos porros que como punk y como heavy, pero de hipppy mola más. Lo otro era como de más malote.
Ahora habla medio mexicano siendo sevillano y mea colonia.
¿Qué paso?
Supongo que se ha ido adaptando al medio de la peor manera que se puede hacer y es no siendo uno mismo.
Y esto que parece exagerado, le pasa a muchas personas a día de hoy, que están viviendo vidas que no son las suyas.
Que se han perdido por el camino, sin saber muy bien a día de hoy quienes son.
Con un pellizco interno que es una alarma, aunque todavía no saben muy bien de que les está alertando su cuerpo.
Te dejo dos opciones.
La primera, seguir con el pellizco y esa sensación de que te cuesta encontrarte.
La segunda, tomarnos un café y vemos que pasa.
Un abrazo
Luis