una vida sencilla

Durante años, nos han dicho que para tener éxito hay que esforzarse más, hacer más, correr más. Pero, ¿y si no fuera así?

A muchos nos enseñaron que la clave del éxito está en luchar, en sacrificarse y en cumplir con un modelo que vale para todos.

Seguro, que, si has llegado hasta aquí, es porque antes has leído libros, escuchado podcats, realizado talleres y tendrás mil estrategias para lograr tu propio éxito, pero sin embargo todo sigue más o menos igual.

¿Me equivoco?

Y seguro, que haces mil cosas para mejorar personal y profesionalmente.

El problema es que ese camino lleva al agotamiento, la frustración y a una vida que se siente ajena. Me refiero a hacer mil cosas.

¿Y sabes lo peor?

Qué, en todo ese ruido diario, te olvidas y abandonas lo realmente importante para ti.

Te voy a contar tres historias reales.

Tres vidas.

Distintos problemas, pero que tienen un hilo en común, y es que vivían una vida de insatisfacción, una lucha constante y una sensación de estancamiento continuo, hasta que entendieron que tener una vida plena no pasaba por conseguir algo extraordinario, sino en saber vivir lo cotidiano.

Pero antes te diré algo:

La sociedad nos ha entrenado para vivir en guerra con nosotros mismos.

A separarnos de quienes somos realmente y caminar por la vida como robots sin respetar lo que somos cada uno de nosotros y como si todo valiera para todos de manera estándar.

¿Y si la clave de todo no está en lo que te falta sino en lo que te sobra?

La clave

Lo que no te han contado es que avanzar con claridad no tiene que doler. Que puedes organizar tu vida desde lo que sí funciona para ti, sin seguir estrategias que no te sirven.

Las personas que consiguen más no necesariamente trabajan más.

Lo que sí hacen es conocerse mejor: saben dónde enfocarse, qué decisiones tomar y qué evitar.

Pero sobre todo, saben eliminar.

No todo sirve para todo el mundo. Los podcats, los eventos, los libros están muy bien, pero la clave está en identificar lo que te da claridad y energía a ti, y dejar de forzarte en seguir caminos que no son los tuyos.

Aquí tienes las tres historias:

Historia 1: Marta – Sentía que su vida no avanzaba

Marta siempre tuvo grandes ideas y sueños, pero su vida parecía estancada.

Mismo trabajo. Relaciones que no funcionaban. Mucho ruido mental y ninguna dirección clara.

Quería cambiar, pero cada intento terminaba en agotamiento y frustración.

Se comparaba, se sentía pequeña, y vivía haciendo demasiado… sin avanzar.

Cuando empezamos a trabajar juntos, lo primero que hicimos fue eliminar y simplificar. Estaba saturada de obligaciones y desconectada de sí misma.

Ajustamos su alimentación, descanso y rutinas para que recuperara energía y foco.

Desde ahí, empezó a tomar decisiones alineadas con su naturaleza, tanto a nivel personal como profesional.

Hoy, Marta vive en pareja, con una relación sana y sin drama.

Ha lanzado su proyecto profesional online, genera ingresos sin sacrificarse, y se siente fuerte, con claridad y segura.

No cambió quién es. Solo aprendió a vivir desde su esencia.

Historia 2: Javier – Lo tenía todo, pero aun así no era feliz

Javier había hecho todo “lo correcto”: buenos estudios, trabajo estable, buen sueldo.

Desde fuera, su vida era un éxito. Pero por dentro, se sentía apagado.

Las mañanas eran pesadas, el cansancio constante y nada parecía motivarlo de verdad.

Se decía: “No tengo motivos para quejarme”, pero en el fondo sabía que algo no encajaba.

Al trabajar juntos, vimos que su problema no era su vida, sino cómo la estaba viviendo.

Identificamos hábitos que lo drenaban y los reemplazamos por otros que le devolvieron la energía.

No dejó su trabajo, pero aprendió a enfocarlo de otra forma. Recuperó sentido, motivación y equilibrio.

Hoy, Javier disfruta tanto de sus logros como de su tiempo libre.

Se siente con más energía, más enfoque y su vida es más abundante en todos los sentidos.

Antes vivía por inercia. Ahora, cada día lo elige con intención.

Historia 3: Sofía – Siempre estaba sola en sus sueños

Sofía siempre había tenido ideas diferentes, pero no se sentía comprendida.

Cuando hablaba de sus sueños, la miraban con escepticismo.

Con el tiempo, dejó de compartir, dejó de intentar… y se resignó.

Pero en el fondo, sabía que no estaba viviendo la vida que quería.

Lo primero que hicimos cuando empezamos a trabajar fue aprender a escucharse y dejar de traicionarse a si misma. Aprendió a identificar qué le restaba energía y a enfocarse en lo que sí la fortalecía.

Dejó atrás la saturación de ideas y se centró en lo esencial: lo que realmente iba con ella.

Establecimos los pasos para montar su propio negocio, sin complicarse, con un enfoque claro y adaptado a su forma de ser.

Dejó de seguir consejos genéricos y empezó a avanzar con pasos firmes.

Hoy, Sofía se siente tranquila, enfocada y acompañada.

Sabe quién es, qué quiere y ya no busca validación fuera.

No necesitó cambiarse a sí misma. Solo reconectó con lo que ya estaba dentro.

Entendió que el universo no la quiere perfecta, la quiere auténtica.

Estas historias reales podrían ser la tuya…estas tres historias, tienen algo en común.

Pasaron por un proceso de trabajo, de hecho, siguen trabajando conmigo.

Aunque Marta, Javier y Sofia partían de lugares distintos, todos compartían una sensación común: vivían llenos de cosas, pero vacíos de sentido. La saturación, el cansancio y la falta de abundancia era tu día a día.

Lo que cambió sus vidas no fue hacer más, todo lo contrario, fue hacer menos y hacerlo distinto.

En sus proceso trabajamos tres cosas:

1. Eliminar lo que sobraba y simplificar lo que complicaba

✔ Marta dejó de intentar llegar a todo y aprendió a soltar.

✔ Javier puso límites en su trabajo y redujo el ruido mental.

✔ Sofía dejó de acumular ideas y se enfocó en lo esencial.

2. Conservar y nutrir su energía

✔ Empezaron a escuchar su cuerpo, su mente, sus tiempos.

✔ Dejaron de decir sí a todo lo que les drenaba.

✔ Reorganizaron su entorno para que jugara a favor, no en contra.

3. Diseñamos sus “días casi perfectos” (a su medida)

 ✔ Marta recuperó espacio para sí misma y alimentó todas las áreas que para ella eran importantes.

✔ Javier reorganizó su agenda y su manera de trabajar, disfrutando del tiempo con su hijo y con su pareja.

✔ Sofía construyó hábitos que realmente sostenía en el tiempo y todo enfocado en satisfacer lo que para ella era esencial en su día a día dejando atrás todo aquello que le había lastrado.

Y lo más importante: no transformaron su vida a través del esfuerzo ciego, sino de una estrategia consciente y realista.

Para construir una vida abundante y no solo en lo económico como han conseguido ellos, no se trata de hacer más. Se trata de hacer solamente lo que importa.

 ¿Por qué mi manera de trabajar te puede cambiar la vida?

 Porque tras trabajar años en banca con puesto directivo, tener una clínica y un centro de formación y trabajar con doctoras chinas y tras aprender mucho por los negocios online que mantengo a día de hoy, he aprendido que si quieres vivir en abundancia y con energía tienes que hacer 2 cosas.

La primera, simplificar y eliminar cosas de tu día a día.

La segunda, conservar y nutrir tu energía, porque eso determinará tu estado físico y emocional. Y eso será fundamental para seguir tu camino.

Desde ahí, se pueden construir esos “días casi perfectos” y disfrutar de cada día sin necesidad de esperar que ocurra algo extraordinario.

Por eso, en mi acompañamiento, dejarás de tomar decisiones a ciegas y nos centraremos solo en eso que realmente es importante para ti. Para tus objetivos y tus ambiciones.

Por eso, vas a empezar a jugar el juego de la vida con tus propias reglas y no con la de otros.

Por eso, empezarás a fluir con tu existencia en lugar de pelear contra ella.

Llegados a este punto, ahora tienes dos opciones…

 Seguir como hasta ahora.

Luchando con mil estrategias, sin rumbo, desgastándote y sin saber por qué ciertas cosas parecen imposibles para ti. Y dejar pasar la vida.

O bien, empezar trabajar juntos y empezar a transformar tu vida.

Una última cosa. Hay un requisito inicial para trabajar conmigo.

 Es una sesión gratuita de orientación.

Será una sesión de claridad, en la que te daré algunas directrices en base a lo que me cuentes y después, tranquilamente, decidimos si queremos trabajar juntos.

 Quiero que tú conozcas como trabajo y yo quiero conocerte, para saber si realmente puedo ayudarte y tienes el compromiso.

Trabajar juntos es un paso importante para ti y también para mí, ambos tenemos que estar seguros de iniciar este viaje de transformación.

Aquí puedes reservar tu plaza para una sesión gratuita de orientación y ambos salimos de dudas.

 Un abrazo

Luis

PD: ¿Cómo te sentirías si por fin logras navegar por tu vida corriente a favor y conseguir eso que deseas te fuera fácil?

PD: Estoy convencido, porque ya lo he hecho con muchas personas, de que puedo ayudarte en esta sesión gratuita

No me gusta pedir testimonios, ni vídeos diciendo como son mis servicios, porque suenan enlatados. Además, eso me daría vergüenza. Pero aquí tienes unas pocas conversaciones reales de personas que trabajan conmigo

No dejes que la indecisión te robe otro día más. Reserva tu sesión ahora y comienza la transformación hacia la vida que siempre has deseado.

 ¿Cómo te sentirías si eso que quieres conseguir a nivel personal o profesional ya fuera tuyo?