Carta 14 – Cuadrando el puto puzle de la vida
Cuando lo más inteligente es ganar una batalla
Avances de personas que ya están dentro ¿serás tú la próxima persona?
"Me ha encantado la lección, nunca había visto desde ese punto de vista el ayudar a las personas, de hecho, siempre me había desgastado tanto y hasta me frustraba. Necesitaba escuchar eso y que ha estado bien lo que hacía, me da mucha fuerza tu punto de vista por una situación familiar que estamos pasando y ahora entiendo la mejor actitud a tomar. Genial cómo siempre Luis”
Antes de leer la historia quiero que pienses sobre esto
Quiero que pienses en esas veces que has hecho cosas para intentar mejorar tu vida y que nada más empezar a tomar acción han surgido cosas a tu alrededor, que han impedido que eso que habías planificado se pudiera llevar a cabo.
💡Piensa y comparte esto con otra persona que lo necesite
Pregúntate ahora
¿Cómo hubiera cambiado tu vida, si hubieras tenido alternativas y te hubieras planteado que la vida es algo dinámico a lo que nos adaptamos continuamente?
Piensa, tómate tu tiempo.
💡Recomendación: anota estas preguntas en un diario semanal
A continuación, tienes la Carta 14
Hoy te voy a contar una historia de algo que me pasó tras hacer un curso de coaching del que salí tan motivado cómo un niño en un parque acuático al que va por primera vez. Lo que me pasó fue durante una despedida de soltero, en el que alguien tuvo la genial idea de torear una “vaquilla”.
Carta 14 – Cuadrando el puto puzle de la vida
Cuando lo más inteligente es ganar una batalla
Recuerdo que había terminado de hacer el curso de Coaching de Vida y tenía todo en mi cabeza para hacer de mi vida algo único.
Tenía la “rueda de la vida”, que, si no lo conoces, no es más que aspectos esenciales de nuestra existencia que hay que cuidar para tener una vida más plena.
Cosas, cómo el amor, la pareja, los amigos, la salud, el trabajo, etc.
Bien, pues tenía mis apuntes y todo detallado para mejorar en cada área y ser el “puto amo”.
Por ejemplo, para mejorar mi salud, me había propuesto una serie de ejercicios y rutinas diarias, para estar cómo un toro.
Y, de toros, te quería yo hablar a ti.
Más concretamente de una vaquilla.
Tras terminar el curso de Coaching para la Vida un viernes, el sábado fui a una despedida de soltero y habían alquilado una casa rural que tenía una pequeña plaza de toros.
Esas plazas, donde te sueltan una vaquilla y la vaquilla se dedica a revolearte para que te estés quieto una semana en casa porque pareces cómo si hubieras venido de la guerra de Vietnam.
El caso, que empezamos pronto con la bebida y a mediodía soltaron la vaquilla.