Muy buenas, te voy a hacer un pequeño resumen de cómo se preparan una madre y un padre, cuando van a un parque con sus hijos.
Y para eso, te voy a poner mi propio ejemplo, de cuando mi hija tenía cómo unos dos años y bajábamos a la nena al parque.
Lo que se llevaba la mamá
1.-Mochila
2.- Agua
3.- Pañales
4.- Toallitas húmedas
5.- Protector solar
6.- Carrito
7.- Comida
8.- Mantita
9.- Juguetes
10.- Carrito
…
49.- Barrita por si se da un golpe
…
61.- Pulsera anti-mosquitos de citronela
…
73.- Libro o cuento
…
86.- Ropa para cambiar
87.- Cambiador
…
103.- Mapa y brújula
…
112.- Algo que se le había olvidado y después yo se lo tenía que bajar
Lo que me llevaba yo
1.- La niña (si es que no se me olvidaba)
Este ejemplo, que es algo exagerado, porque nunca se me llegó a olvidar la niña, lo quiero utilizar cómo manera de explicar cómo a veces, queremos controlarlo todo, para que cualquier situación esté siempre prevista.
Cuanto más intentas controlar, tienes muchas más opciones de estresarte más.
Y cuanto entiendes que no lo puedes controlar todo, es cuando puedes empezar a fluir y a disfrutar.
Un error muy común del ser humano, es querer controlarlo todo y a la vida no se le puede controlar, porque la vida sigue su propio curso. Tú te puedes adaptar, pero no controlar a la vida.
Y sobre eso hablaré el próximo domingo en Cartas para Martina, donde aplicando un principio del taoísmo explicaré cómo navegar por la vida sin querer controlarlo todo.
¿Qué se consigue con eso?
Una vida más sencilla y más plena (que no está mal)
Eso será el domingo.
Y para más información de lo qué te puedes llevar en Cartas para Martina aquí.
Un abrazo
Luis