En primer lugar, ya estoy de nuevo aquí.
Me gusta escribir todos los días, pero me ha sido imposible, tenía covid y me hago mayor.
A lo que vamos, que sé que lo estabas esperando.
Te voy a hablar de Bertín Osborne que es papa con Grabiela.
Si no le pones cara a Bertín Osborne te dejo una foto suya para que te rías de las nuevas masculinidades.
Aquí está el tío, todo un macho alfa, que hace décadas ya se vestía como para concursar hoy en día en Eurovisión y quedar entre los cinco primeros.
El caso, es que Bertín, al principio dijo que se desentendía del niño que acababa de nacer fruto de un “aquí te pillo y aquí te mato” con una mujer.
Y, ahora, después de pensarlo, pues dice que “adelante”.
Que se ha equivocado y se hace cargo del chiquillo para que no le falte de ná, incluso para que pueda heredar un cintillo para el pelo por si juega al tenis.
Supongo, que a Bertín, un bebe en su vida le descolocaba, era una pieza en el puzzle que no se esperaba y le superó.
Y, que tras pensarlo bien, pues se ha dado cuenta de que se ha equivocado.
No estoy en la mente de Bertín y tampoco he jugado al tenis con él, pero supongo que por ahí irán los tiros.
Y, me parece bien su rectificación y asumir su error, siempre y cuando no le cante rancheras al niño.
Mira, la vida, es así, me refiero, que a veces tienes unas piezas del puzzle con las que crees que vas a ordenar tu vida y resultada que la vida te da sorpresas.
Te da piezas que no esperabas o piezas que no encajan.
Y, ahí vienen muchos problemas y mucha frustración.
Pues de eso hablaré el domingo en Cartas para Martina.
Hablaré de una despedida de soltero.
De torear una vaquilla.
Y, de cómo intento que la vida cuadre lo máximo posible, haciendo un cosa todos los días.
Esa es la lección que dejo para que crezcamos a nivel personal y tengamos una vida más plena.
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Un abrazo
Luis
PD: Con 9€ también te puedes comprar un cintillo para el pelo.