#Carta 1: La historia del pichicorta
Avances de personas con las que he trabajado. ¿tú serás la siguiente?
"...he asistido a sesiones con una psicóloga durante más de doce meses, logrando buenos avances. Sin embargo, las palabras que me mandaste han liberado a mi mente, es como si tuviera la autorización para experimentar sin problemas la ira, la tristeza, el temor, entre otras emociones. He comprendido que estas sensaciones no tienen por qué ser negativas; lo problemático es mi manera de reaccionar ante ellas, que suele ser a través del enfado y el ataque. Gracias por estar ahí conmigo"
Antes de leer la historia quiero que pienses sobre esto
Quiero que pienses, en tu reacción cuando tienes un enfado, cuando estas triste o sientes cualquier emoción que se consideras negativa.
Tómate unos segundos, que no hay prisas. Piensa, y observa cómo te sientes.
¿A que no es tan grave?
Es solo una emoción, una sensación que manifiesta tu cuerpo. Tu mente y tu cuerpo reaccionan ante un hecho, pero es solo eso, una reacción.
💡Piensa y comparte esto con otra persona que lo necesite
Pregúntate ahora
¿Cómo sería tu vida si ante ese hecho que provoca una emoción digamos que negativa no te afectara?
¿Cómo te sentirías si pudieras controlar tus reacciones y no sufrir un estado de malestar?
Piensa, tómate tu tiempo.
💡Recomendación: anota estas preguntas en un diario semanal
#Carta 1: La historia del pichicorta
Te voy a contar lo que le pasó a un amigo en una playa nudista de Almería.
Mi amigo me ha dado la autorización, por eso la cuento.
Pues este chico fue con la novia a pasar el día a una playa de esas donde la gente no tiene el culo blanco, sino que lo tiene tan moreno como los hombros.
Es una playa que estaba de moda en Almería y parecía que, si no ibas, no eras nadie en esta vida.
La novia insistía en ir y él no quería ir.
El motivo, era que la tiene más bien pequeña.
Su polla me refiero.
Más bien pequeñita y como está algo gordito, pues se le metía un poco para adentro. Si eres hombre lo entiendes, si eres mujer observa a un gordito después de ducharse con agua fría y lo entenderás.
Lo dicho, al final fueron.
Cuando llegaron, aunque la playa no estaba muy concurrida, él buscó un sitio más bien apartado y allí pusieron las toallas.
A la media hora, dos chicas se pusieron a su lado, bastante cerca.
Había mucha playa, pero las dos cabronas se pusieron justo al lado.
Mi amigo se tiró boca abajo más de una hora, pero el calor pudo con él y se metió en el mar.
Todo el mundo sabe que el agua fría es un enemigo para el hombre.
Para Nacho Vidal no, pero para un hombre medio sí.
Así, que el agua hizo su trabajo. Es decir, que, si la tenía pequeña, el agua se la encogió más.
Imagina un flotador y el pitorro para inflar, pues igual se le quedo.
Pero no queda ahí la cosa, cuando él iba para la toalla, las dos chicas se miraron y soltaron una carcajada….