Ayer mandé un email y hoy me insultan:
“eres un pedazo de cabrón, ajajja, todos los días tomo un café y me atiende un camarero muy majo, se me ha saltado la risa al imaginar lo de los huevos. No podía mirarle a la cara. Me has alegrado el día, eres único”
“…nuestra clientela son mujeres casi todas en el centro de estética, pero justo ayer, tenía que entrar un hombre a preguntar sobre el láser y miré a mi compi que también lee los emails y no paramos de reírnos. El pobre, se tuvo que ir, que vergüenza, aunque te aseguro que no se me va a poder olvidar el día de ayer….”
“la madre que te trajo, jajajaja, no voy a poder mirar a un hombre en todo el día, te lo aseguro”
Estas son 3 respuestas que tuve por el email de ayer. Mucha interacción y risas.
También muchas bajas, a muchas personas no le gustó.
Y ese era uno de los objetivos, dar de baja a personas.
Cuando se menea el árbol, hay quien te compra y quien se da de baja, así son las ventas.
Esto es una lección en sí, para la vida y para las ventas.
Mira, en la vida a no todo el mundo le podemos caer bien.
Y cada persona, pasa por un momento en su vida que no podemos cambiar.
Hoy se pueden reír contigo y mañana por lo mismo, te pueden odiar.
Y eso hay que asumirlo, es así.
Por eso, lo que tenemos que hacer, es ser nosotros mismos. Algunas personas se acercarán y otras se alejaran. Esa es la vida.
Bien, el domingo tengo una lección para los suscriptores de pago, y doy un lección que te va a ayudar a afrontar mejor los retos que te pone la vida. A navegar entre la incertidumbre y entre los obstáculos que te encuentras.
Aprenderás a fluir, algo necesario para ser feliz.
Un abrazo
Luis