Desde que el hombre es hombre, la mujer es mujer, y de oca a oca y tiro porque me toca, el hombre ha transmitido información de muchas maneras. Y la mejor forma ha sido con las historias.
Cuando se sentaban alrededor del fuego para ver que tal el día cazando bisontes, el ser humano empezó a contar historias sobre su día a día.
Sobre sus ancestros.
Pintar ciervos, arcos y poner la palma de la mano en la roca estaba bien, pero donde se pusiera una buena historia, que se quite lo demás.
Por eso, es la mejor forma de transmitir, porque la tenemos interiorizada desde que aprendimos a hablar.
Tal es así, que el tío Paco para justificar porqué llegaba tarde a la cena de Navidad con 2 litros de vino por bandera y la nariz colorá, contaba una historia.
Tú, cuando llegabas tarde el sábado por la noche, antes de mirar si había comida en el microondas, le contabas una historia a tus padres para justificar la tardanza.
Y todos, cuando queremos contar algo relevante, lo hacemos contando una historia.
Y lo hacemos, porque nuestro cerebro, es como mejor aprende. Y nuestro cerebro lo sabe.
Por eso, Cartas a Martina, lo hago con historias.
Algunas son mías.
Otras de conocidos.
Pero todas reales, tan reales como que al cabrón de David Beckham toda la ropa que se pone, le queda bien. No le queda el culo escurrío nunca.
Y así, serán las lecciones que mande los domingos.
Una historia previa que será divertida y una reflexión o un ejercicio sencillo y muy práctico, para que lo pongas en marcha en tu día a día.
Todo lo que te voy a recomendar, yo ya lo he utilizado y me ha funcionado.
Y quiero que lo apliques para mejorar tu vida.
Para que sea más plena.
Vamos para que te vaya mejor. Son los consejos que le voy a dejar a mi hija y supongo que entiendes que no le voy a dejar mierdas motivacionales ni nada que le diga que es un ser de luz.
Y no lo voy a hacer, porque la vida da hostias como panes y lo que quiero, es que esté lo suficientemente preparada para que le vaya bien y no termine hincando las rodillas.
El lunes en la primera historia te hablaré de un amigo, con una pilila pequeñita, lo que le paso en una playa nudista y un ejercicio para mantener a raya tus emociones.
Eso a las 8:16 horas.
Si quieres todo el contenido completo, te puedes suscribir al plan de pago aquí:
Un abrazo,
Luis
PD: 7€/al mes sin permanencia y te aseguras el precio para siempre.
Después del 31 de marzo, subirá a 9 €/mes.
PD: Tienes una sola vida, vívela en condiciones, no la pierdas.
PD: Arriba en el botón.