El titular era solo para llamar la atención.
Y ese es mi primer consejo de hoy.
Si quieres que te escuchen o que te lean, empieza llamando la atención con un titular, que den ganas de escucharte o leerte. Eso si, sin hacer el gilipollas.
El segundo consejo, (me he puesto en modo cura de pueblo) es que no hay límites para que consigas cosas en esta vida, sólo hay limitaciones que nosotros nos ponemos.
Son nuestras limitaciones, no las pone la vida.
Algo que diferencia a las personas que tienen éxito a las que no y no me refiero sólo al éxito económico, es que las primeras creen en ellas y las segundas no.
Las primeras ven oportunidades, las segundas todo son excusas y limitaciones.
Las primeras aprovechan los recursos para crecer, las segundas los dejan pasar.
Y ese es el fin de las Cartas que mando los domingos, recursos para cuando mi hija sea mayor, pero también para ti.
Para que sea más fácil conseguir cosas. Sea más fácil tener una vida más plena. Sea más fácil decidir y construir la propia historia que cualquiera que confía en sí mismo, puede conseguir.
Bien, el domingo mando una historia real, de un chico que no quería ir a un puticlub. Esto es real y después lo enlazo con una lección taoísta, para que te conozcas mejor y entiendas que hay días para todos.
Y, sobre todo, que aprendas que no puedes ir contra tu propia naturaleza.
Si quieres pasar al plan de pago, y recibir la historia completa y la lección, más información aquí:
Un abrazo
Luis