Muy buenos lunes, seré breve (cómo mi primera vez)
Ahora mismo hay una batalla mundial intergaláctica que incluye a los extraterrestres de Ganímedes que luchan por tu atención.
Netflix, Tikitoki, Instagram,Paquirrín y Tamara Falcó, todos quieren tu atención.
Quieren que estés con tus ojillos pendiente de la pantalla el máximo tiempo posible y para eso reproducen en bucle millones de gilipolleces.
Para que seas cómo un yonki en busca de su chute diario, con la diferencia que el yonki se chuta una vez al día y tú lo haces miles de veces.
¿y sabes qué pasa cuando ves millones de gilipolleces y te chutas tantas veces?
Pues que te cansas. Porque tu cerebro, ese que tienes en tu cabecita, no puede con tanta información y te da la sensación de que no llegar, de no poder…y te cansas.
Y lo peor de todo, es que muchas personas se indignan con lo que ven, se enfadan, escriben y vomitan odio…y eso cansa más todavía.
Mira, no te voy a decir que no tengas redes sociales, eres una persona adulta y eso depende de ti.
De mí no, de ti sí.
Pero si te puedo decir algo que yo utilizo del taoísmo. Uno de sus principios que me ayuda a surfear por la vida sin enfadarme tanto, sin indignarme y sin cansarme.
Porque no sé tú, pero a mi me gusta estar descansado, no vaya a ser que un día me toque tralarí tralarí y siempre me gusta quedar bien.
Pues eso, que es lunes y que seas tú quien maneja la atención y no ellos.
Mejor tú.
El domingo presento una historia y una lección para la vida, para que te canses menos y vivas mejor. La lección es sobre un principio del taoísmo, y te aseguro que no te va a dejar indiferente, además verás cómo aplicarla en tu día a día.
Para recibir una historia real y la lección cada domingo por 9€/mes aquí:
Un abrazo
Luis
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