Ya hemos pasado la Semana Santa y algunas personas todavía sueñan con las torrijas.
Otras personas sueñan con volver a las vacaciones porque ya están en el trabajo.
Otras sueñan con que el próximo año, salga un sol fuerte cómo el de los Teletubbies y no tanta agua cómo la de este año.
Y otros sueñan con los pechos de una mujer vestida de mantilla en la Costa del Sol.
Tal es así, que le dedico este email.
Pues sí, se suponen que las mujeres que van de mantilla en las procesiones de Semana Santa van de luto.
Y el luto es tristeza.
Pues esta mujer llevaba alegría. Mucha alegría.
Su escote, te permitía ver hasta el cirujano que le había puesto los pechos. Dr. Carrasco.
Recuerdo, cómo se sorprendía y cómo sonreía un hombre de unos 70 años con su señora, que, por el pelo, la piel, los pantalones cortos, sus calcetines y sus chanclas, era de las afueras de Estocolmo.
La cara de una mujer que iba con su niña y su marido. Él no sabía donde mirar, su instinto le decía que mirara, pero no se atrevía.
Una pareja jovencita que estaba a mi lado. Ella dijo:
Qué guarra ¡
Dos mujeres mayores dijeron:
Por Dios, dónde va esa, que falta de respeto.
El caso, es que esta mujer de mantilla se paseó y miles de fieles y devotos cristianos vieron lo que ella quería mostrar, sus dos tetas.
Supongo que habrá personas que les parecerá bien y a otras que está fuera de lugar, que no es el sitio, ni el momento.
Si escribo este email, no es porque haya cogido una depresión ni mucho menos, ni porque sea el más puritano del mundo, pero creo que hay días para todo.
Por eso, en la Carta que mando el domingo hablo de eso, de que hay días para todo. Y la mejor manera de decidir que hacer, es seguir nuestra propia energía.
El domingo hablaré, de cómo surfear con nuestra energía en esos días que tenemos fuerza y en esos días en los que nos cuesta hasta pestañear.
En esos días que nos queremos esconder y no saber del mundo y en esos días en los que queremos que el mundo nos vea.
Saber fluir con nuestra naturaleza y tomar las mejores decisiones según nos encontremos nos hará tener mayores dosis de felicidad y bienestar.
Eso será el domingo, y si quieres recibir la historia y la lección aquí tienes más información:
Un abrazo
Luis